jueves, 30 de junio de 2016

La edad nos vuelve más “monos”


La ciencia se ha dedicado los últimos años a investigar todas las similitudes entre los seres humanos y los simios en distintos aspectos de la evolución. Pero no es sino hasta ahora que se ha descubierto que a medida que pasan los años para ambos grupos, surgen más parecidos entre las dos especies. Al parecer, los humanos y los simios se decantan por actitudes similares a medida que avanzan en edad, según se afirma en un artículo de The New York Times titulado “What Old Monkeys and Old Humans Have in Common”.

Casi todos tenemos o hemos tenido abuelos, así que resulta sencillo advertir qué ocurre cuando las personas envejecen. Se vuelven más lentas aunque muchas veces esto ocurre porque pierden la movilidad, prefieren tomarse las cosas con calma, tienen pocas ganas de hacer las cosas que antes los entusiasmaban, prefieren vivir una vida tranquila y con poca movilidad, sienten más el frío, el calor, el cansancio y se hace muy difícil bajar de peso. De alguna manera como las personas ya saben que viven tiempo de descuento, eligen bien en qué se involucran, qué batallas se compran, qué riesgos asumen y si no los compensan, pasan de ellos.

Todo parece indicar que lo mismo ocurre con los simios que se vuelven menos sociables. Para llegar a esta conclusión, Alexandra Freund y Julia Fischer hicieron un estudio. Freund es una psicólogo del desarrollo y Fischer estudia cognición en primates en Centro Alemán de Primates de Goettingen.

Ambas estudiaron a simios entre los 4 y 29 años (equivalente a 105 años humanos), a los cuales analizaron para saber cómo respondían a estímulos físicos como juguetes y tubos envueltos en comida; interacciones sociales como dar cariño y ver peleas; e información social como ver fotos de conocidos o llamadas.

Las investigadoras descubrieron que los simios empezaban a perder interés en los juguetes una vez que llegaban a la edad reproductiva. A partir de ese momento, el interés se reduce hasta desaparecer una vez viejos. Además, no interactuaban tanto con el grupo. Sin embargo, los jóvenes sí se involucraban con ellos, dándoles cariño. En otras palabras, el alejamiento del grupo era algo exclusivo de los viejos. Sin embargo, sí se involucraban sin interactuar con este. Por ejemplo, haciendo ruidos cuando ocurrían peleas.

Se suele creer que los humanos nos volvemos así con la edad para racionalizar mejor el poco tiempo que nos queda antes de morir. Sin embargo, los simios no tienen consciencia de su inminente muerte. Por tanto, puede ser que esta creencia sea una forma de racionalizar una conducta con raíces más biológicas, afirma el artículo.

(FUENTE: proexpansion.com)

domingo, 26 de junio de 2016

Las personas que tienen letra fea serían más inteligentes, asegura estudio


Si en algún momento tus amigos te han dicho que tienes letra fea o es de médico, no te sientas mal, ya que según un estudio realizado por la Universidad de Illinois indica que las personas que tienen mala caligrafía serían más inteligentes ¿qué te parece?

Los especialistas indican que las personas que tienen fea caligrafía piensan más rápido de lo que escriben, una característica que se atribuye a personas con un coeficiente intelectual más elevado.

Howard Gardner, creador de la Teoría de las Inteligencias múltiples, apoyó esta conclusión al señalar que una persona con agilidad mental tendrá una escritura mucho más veloz y ágil, con rasgos indefinidos y hará abreviaciones en las palabras.

Ahora no te sientas mal de tener una letra fea, ya que serías muy inteligente.

Más sobre la Teoría de las Inteligencias Múltiples
La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner como contrapeso al paradigma de una inteligencia única.

Gardner propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia. Así pues, Gardner no entra en contradicción con la definición científica de la inteligencia, como la “capacidad de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos”.

(FUENTE: wapa.pe)

jueves, 23 de junio de 2016

Descubren que demasiada felicidad puede ser mortal


Un grupo de investigadores internacionales del Hospital Universitario Zúrich diagnosticó un nuevo padecimiento al que denominaron “síndrome de corazón feliz”. Anteriormente los problemas del corazón estaban relacionados a traumas y depresiones, sin embargo el estudio reveló que momentos de sobreexcitación provocados por mucha alegría también pueden desembocar en dichas afecciones.

El equipo estudió el caso de mil 750 pacientes con enfermedades del corazón provenientes de nueve países , de ellos 485 habían experimentado un suceso emocional de trascendencia y 4 por ciento un evento feliz, como un cumpleaños, boda, o sorpresa que se identificó como el desencadenante del padecimiento.

“Nuestros hallazgos sugieren que los acontecimientos felices y tristes de la vida pueden compartir vías emocionales similares. Los médicos deben ser conscientes de ello y preguntar por este tipo acontecimientos a la hora de tratar a un paciente con síntomas de ataques al corazón”, declaró la doctora Jelen Ghadry.

De acuerdo con los investigadores, este síndrome es más común en mujeres que en hombres.

(FUENTE: zocalo.com.mx)

martes, 21 de junio de 2016

Las parejas felices creen que eres feo, según estudio


Todos hemos visto por la calle esas parejas con abundancia de amor, pues, esos mismos derrochadores de cariño pueden pensar que eres feo, o menos atractivo de lo que realmente eres, al menos, de acuerdo a un nuevo estudio con publicación en el Boletín de Personalidad y Psicología Social. Los investigadores detrás del proyecto sugieren que esta aparente inhabilidad de reconocer la belleza de los demás podría ser parte de un mecanismo de defensa subconsciente que hace que las parejas no sean infieles.

Buen mecanismo para que tu pareja no te sea infiel, ¿no?

La monogamia se nos debería hacer fácil – después de todo, solo hay una regla de oro que debes seguir para hacerlo bien. Pero como se pudo ver como el escándalo de Ashley Madison, existen muchas personas que se les hace difícil ser fieles. Esto hace preguntarse: ¿Por qué algunas parejas se desmoronan ante la tentación de relaciones con terceros mientras que otras viven felices después de todo?

Para investigar, los investigadores reclutaron un número de voluntarios para formar parte de un experimento. Algunos de estos participantes eran solteros mientras que otros estaban en una relación. Se le pidió a aquellos que estaban “fuera del mercado” responder unas preguntas diseñadas para evaluar que tan felices estaban con sus parejas.

Luego se les mostró a todos los participantes una serie de imágenes de rostros del sexo opuesto, mientras también se les decía si la persona que estaban viendo estaba soltera o en una relación, y si estaban en búsqueda de una pareja en caso de ser soltera.

Cada imagen fue seguida de 11 imágenes más, de las cuales 10 habían sido distorsionadas para hacerlas más o menos atractivos. Esto se logró tocando aspectos como la simetría, la cual se ha mostrado en varios estudios que es un indicador de atractivo facial.

Luego se les pidió a los participantes que identificaran cuál de los 11 rostros era genuino. De forma interesante, los resultados mostraron que las personas que estaban en una relación escogieron consistentemente rostros “más feos” que las personas solteras. E incluso más intrigante, este efecto fue más notorio entre aquellos quienes estaban más felices con sus relaciones.

Al discutir este hallazgo, los investigadores creen que este “efecto perceptual de degrades” ocurre “fuera de la consciencia de los individuos”, y ayuda a eliminar la amenaza que poseen aquellas personas peligrosamente atractivas para tu pareja.

Como ocurre exactamente esto es algo que los autores del estudio no pueden responder en esta etapa, aunque una posible explicación podría residir en la idea previamente establecida de que las personas que están románticamente comprometidas prestan menos atención a las características más lindas de las personas que no son su pareja. ¡Qué lindo es el amor!

Extrapolando de su estudio, los investigadores sugieren que los mismos mecanismos podrían verse en escenarios no-románticos que requieren de autocontrol – como resistirse a la comida o de hacer otras cosas cuando tenemos deberes más importantes que cumplir.

¿Estás en pareja? ¿Qué te parece este “mecanismo de defensa subconsciente” para ser fiel?

(FUENTE: pysnnoticias.com)

jueves, 16 de junio de 2016

Sacar fotos de todo: ¿nos deprime o nos hace más felices?


En las redes sociales solemos publicar solo el lado luminoso de la vida. El selfie en el que mejor salimos, la comida más pintoresca que comimos y el momento más divertido del fin de semana. Por eso es que las redes sociales fueron acusadas mil veces de no representar bien las diferentes aristas de la vida, y así deprimir al que solo las mira desde afuera. Un estudio reciente afirma que esto es así porque los que publican fotos son más felices que los que no.

La investigación, publicada en el "Journal of Personality and Social Psychology", tiene como título: Cómo sacar fotos aumenta la sensación de disfrute de las experiencias. El argumento base del equipo es que, al frenar nuestra marcha para capturar el momento, aumentamos nuestro compromiso con la actividad, le ponemos un valor agregado, nos apropiamos del momento, le prestamos atención de otra forma.

-Del plato a Instagram-

Si estamos hablando de comida, se puede sumar el informe publicado en febrero por el "Journal of Consumer Marketing" que aseguró que sacar fotos antes de comer hará que pensemos que la comida es más rica. ¿La razón? Retrasamos el momento de la comida, y la espera genera una expectativa positiva. Por otro lado, un informe del 2013 publicado en el "Journal of Consumer Psychology" explicó que ocurre lo contrario si hablamos de platos que vemos fotografiados en las redes y después vamos a probar; la expectativa creció demasiado y es muy probable que no nos parezca tan bueno como esperábamos.

En contra de esta postura, el chef estadounidense David Bouley le dijo a The New York Times que sacar fotos es "un desastre en términos de momentum". Puede hacer más feliz al que está por comerse el plato fotografiado, pero el resto de la mesa y hasta el restaurante entero sufre las consecuencias del flash y la espera. Para Bouley, hacer que la experiencia sea memorable en la época de las redes sociales es muy difícil.

-La foto primero, la experiencia después-

Pero el estudio reciente no se quedó solo en las fotos de platos. Realizaron 9 experimentos sobre 2.000 personas en diferentes escenarios, desde museos a ferias. La mitad de los participantes tenían que sacar fotos de todo y la otra mitad no. Los que dijeron disfrutar más de todas las experiencias fueron los del primer grupo. Lo curioso es que cuando las cosas no salían tan bien (en uno de los casos, durante un safari vieron cómo un grupo de leones atacaba a un búfalo), los que no tenían que fotografiar dijeron haber sido más felices.

Así, sacar fotos nos hace disfrutar de la experiencia pero, si esta es mala, retratarla nos hace aún más infelices al respecto. Se debe a que lo que hacemos es prestar más atención y vivir más comprometidos con lo que tenemos en frente. Sea malo o bueno.

-Del narcisismo a la baja autoestima-

Los selfies merecen un inciso aparte. Por un lado, son una herramienta ideal para el narcisismo (que hasta puede llevar a la muerte) y un arma muy dañina para la falta de autoestima, por otro.

El año pasado, un estudio de la Universidad de Ohio se basó en 800 hombres de entre 18 y 40 años para determinar que quienes subían más fotos de sí mismos a Internet tenían más tendencias de narcisismo y psicopatía que los que no. En detalle, descubrieron que eso estaba ligado en muchos casos a una inseguridad subyacente.

De la otra vereda está el movimiento que habla de las consecuencias de los retratos constantes. Muchos relacionados a que tanta foto hace que el cuerpo se vea cada vez más como un objeto. El debate salió a la luz el año pasado cuando la adolescente australiana con medio millón de seguidores explicó llorando por qué cerraba su cuenta de Instagram. Después de eso, jóvenes de todo el mundo manifestaron que se sentían inseguras cada vez que posteaban fotos buscando la perfección y esperando aprobación.

(FUENTE: elcomercio.pe)

viernes, 10 de junio de 2016

Consejos de Feng Shui para armonizar tu cartera


Una de las cosas que toda mujer cuida y aprecia demasiado es la cartera, ya que en ella llevamos las cosas más importantes para nuestro día a día.

Es una de las cosas que no podemos olvidar, que debe estar reluciente y no podemos quitarle los ojos de encima, en fin es uno de los accesorios más personales  de toda mujer. Por la importancia que tiene en nuestro look es que es bueno que tenga una energía extra y estos consejos de Feng Shui te ayudaran.

1. Que te guste: Es muy importante que al momento de comprar una cartera te guste de verdad, sentir emoción al momento de usarla es básico, esta tipo de sensaciones ayuda a mover la energía a tu favor durante tu vida.

2. Los colores: Lo ideal es que escojas una cartera que tenga colores representativos a la abundancia, por ejemplo el verde, negro o rojo son indicados para atraerla, aunque también puedes usar los colores que tu signo chino te represente.

3. Dejar lo esencial: Sacar todas las cosas que en realidad no utilizas, es importante porque ayuda a tener la cabeza más abierta a cosas y oportunidades nuevas, lo que indica que la abundancia podrá entrar.

4. El dinero: Generalmente cuando recibimos el cambio tendemos a tirar las monedas al fondo de la cartera, esto no permite que en tu vida fluya el dinero. Lo ideal es tener un monedero, así la abundancia fluirá de manera natural.

5. Las llaves: Sacar las llaves que ya no usas y ni siquiera sabes de qué puerta es, representa un flujo de energía para abrir las nuevas oportunidades que se presentan durante el día a día.

6. Los cristales: Elige un cristal que ayude a aumentar la energía y las vibraciones de la abundancia, uno de ellos es el jade que se mantiene en la cartera.  

(FUENTE: colombia.com)

viernes, 3 de junio de 2016

Científico de Harvard: “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional”


Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo entre ellos el Premio Príncipe de Asturias. Lo entrevistó el diario La Vanguardia de España sobre sus teorías y sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión.

“Aprender es el único antídoto contra la vejez y yo lo tomo cada día en Harvard con mis alumnos. Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostiene.

¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?

Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.

¿Y si hay personas diversas es porque también tiene que haber diversos talentos?

Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Y por qué no muchas más: la culinaria o la mística o la teatral o la ecológica?

Porque no cumplen los requisitos que sí cumplen esas. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más.

Hoy los colegios ya plantean sus programas según esas inteligencias múltiples.

Y yo no me dirigía a los pedagogos, pero fueron ellos los primeros que adoptaron mis teorías.

Tipos de inteligencia
Hay siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Por qué?

Porque comprobaban cada día en las aulas que las categorías de tonto o listo no cubren la diversidad del talento humano. Y, por tanto, que los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.

Su teoría, además, era cómoda para consolar a niños con malas notas y a sus papás.

Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.

¡Qué peligro!

En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.

Esa ya es una pregunta filosófica.

Pero yo soy un científico e inicié un experimento en Harvard, el Goodwork Project, para el que entrevisté a más de 1.200 individuos.

¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?

Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.

A mí se me ocurren algunas excepciones...

Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre E CE: excelentes, comprometidos y éticos .

¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?

No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.

Para hacerte rico, a menudo estorba.

Pero sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.

Resulta tranquilizador saberlo.

Hoy no tanto, porque también hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.

“Señor, hazme casto, pero no ahora”.

Como san Agustín, en efecto. Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad..., pero sin darlo todo nunca.

Sin ilusión, la vida se queda en obligación.

Y otros son transaccional es: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Y son mediocres en todo.

¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?

Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento...

¡Qué alegría! Alguien las cree necesarias...

Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.

¿Por qué?

Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.

¿En qué país influyó más su teoría de las inteligencias múltiples?

En China editaron cientos de títulos sobre inteligencias, pero las entendieron a su modo: querían que su hijo único fuera el mejor en todas.

Pues no se trata exactamente de eso.

Cada sociedad y persona entiende lo que quiere entender. Cuanto mayor te haces, más difícil es adaptar tu vida a un descubrimiento y más fácil adaptar el descubrimiento a lo que ya creías que era la vida. Por eso, voy a clase a desaprender de mí y aprender de los jóvenes.

(FUENTE: naxio.com.ar)
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