Según un estudio sobre la infidelidad realizado por una empresa detectives privados, las fiestas de fin de año, fecha tradicional para pasar en familia y con amigos, es uno de los momentos donde más infidelidades se cometen en las parejas.
Los expertos, con apoyo de psicólogos, explican que el estrés y la falta de tiempo, combinados con la oportunidad de tener un escarceo amoroso, pueden conducir a una persona o ambas a descarriarse. "Si hubo problemas durante todo el año, estos podrían agravarse a medida que se acerca el periodo vacacional", detallan.
Para la mayoría de los varones es un misterio lo que se le pasa por la cabeza a una mujer infiel. Hace unos años, muchos pensaban que el engaño femenino solía reducirse al ansia de venganza frente al cometido por los hombres, pero en los tiempos que corren, la picaresca de ambos géneros ha crecido notoriamente.
Alicia Gallotti, sexóloga y portavoz de una web de contactos, manifestó que "las aventuras suelen tener un efecto positivo sobre la pareja cuando llega el momento de hacer el balance de fin de año y los resultados no son muy estimulantes".
Aunque los amigos y la familia estén más presentes que nunca, fin de año ofrece una variedad única de coartadas que los infieles no pasan por alto; comenzando por los clásicos reencuentros con viejos amigos.
"Cuando hay algo en la relación que no va bien, lo más sencillo es enfrentar eso y solucionarlo. No hay que guardarlo porque se acaba convirtiendo en una bola gigante que lo aplasta todo", explica el estudio, al evaluar que el estrés financiero, laboral y familiar y la simple falta de tiempo tienen un impacto negativo en las relaciones románticas. "La sociedad tiene mucha presión para conseguir el hogar perfecto, hacer ejercicio y cumplir el horario laboral, lo que significa que las relaciones no son una prioridad", añade.
"Los problemas surgen cuando no hay comunicación. Se pueden negar los obstáculos, pero eso hace a la persona más infeliz. Hay varias razones por las que se engaña, pero la principal es que hay problemas en casa", se explica.
"Con las celebraciones, cenas de empresa y reencuentros, el engaño es muy fácil, pero engañar para siempre es imposible. Es preferible buscar una felicidad duradera y no un escape pasajero, porque así también se engaña el propio infiel, mintiéndose sobre su propia infelicidad", concluye el trabajo.
(FUENTE: elesquiu.com)
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