Cuando terminas tu pareja muchas veces tus personas cercanas optan por asegurar que la mejor forma de sacarlo de tus pensamientos y corazón es aquella "venganza" que a la letra dice: Un clavo saca a otro clavo, que en otras palabras te invita a salir con otra persona. Sin embargo, la ciencia tiene otra solución: el efecto placebo.
Un nuevo estudio de la Universidad de Colorado, en el que se midieron aspectos neurológicos y conductuales de varias personas que acabanan de ser dejadas, ha concluido que el hecho de creer que estás haciendo algo para ayudarte a superar tu ex puede influir en las regiones cerebrales asociadas con la regulación emocional y disminuir la percepción del dolor.
"Romper con una pareja puede ser un desencadenante para desarrollar problemas psicológicos”.
“Romper con una pareja es una de las experiencias emocionales más negativas que una persona puede experimentar, y puede ser un importante desencadenante para desarrollar problemas psicológicos”, aseguró Leonie Koban, del equipo de investigadores. De hecho, explicó, que se trata de un dolor que está asociado con un riesgo 20 veces mayor de desarrollar depresión en el próximo año.
Para la investigación, que es la primera en medir el impacto de los placebos en el dolor emocional por el rechazo romántico, se reclutaron a 40 voluntarios que habían sufrido una “ruptura romántica no deseada” en los últimos seis meses.
Según información difundida por el portal La Vanguardia, los participantes debían llevar una foto de su ex y una foto de un buen amigo del mismo género a un laboratorio de imágenes cerebrales. Allí debían ver las imágenes de sus ex parejas y recordar la ruptura, mientras estaban dentro de una máquina de resonancia magnética funcional.
Después, se les mostraron imágenes de su amigo, mientras recibían un estímulo caliente en su antebrazo izquierdo.
Los sujetos evaluaron cómo se sentían en una escala del uno (muy malo) al cinco (muy bueno). Y la máquina de resonancia rastreó su actividad cerebral: las regiones que se iluminaron durante el dolor físico y emocional fueron similares.
"La actividad en la corteza prefrontal dorsolateral del cerebro aumentó en el grupo del placebo”.
Después de sacar a los participantes de la máquina de resonancia, se les administró un aerosol nasal. A la mitad de ellos se les dijo que era un “analgésico eficaz en la reducción del dolor emocional” y a la otra mitad que era una solución salina simple.
Una vez más dentro de la máquina de resonancia y repitiendo los estímulos de la primera prueba, el grupo del placebo sentía menos dolor físico y se sentía mejor emocionalmente. Cuando veían las imágenes de sus ex parejas, aumentaba la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral del cerebro -implicada con las emociones de modulación-. Mientras que, las áreas asociadas con el rechazo se calmaron.
Además, mostraron mayor actividad en un área del cerebro medio llamada gris periaqueductal, que desempeña un papel clave en la modulación de los niveles de analgésicos químicos cerebrales, o los opioides, y sentirse bien neurotransmisores como la dopamina.
“En nuestro estudio, encontramos que un placebo puede tener efectos bastante fuertes sobre la reducción de la intensidad del dolor social”, asegura Koban.
"Un placebo puede reducir el dolor tras una ruptura”.
(FUENTE: soycarmin.com)
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