La hipnosis es un método que favorece cambios en el comportamiento de las personas mediante la sugestión. Existen numerosas definiciones para esta herramienta, aunque en la gran mayoría de los casos se trata de un estado psicológico que causa una serie de actitudes y procesos mentales.
Encontramos diversos tipos de hipnosis, desde la tradicional, pasando por la ericksoniana y la autohipnosis. Los que defienden esta práctica aseguran que han podido, por ejemplo, acabar con malos hábitos, como dejar de fumar.
Hipnosis tradicional
También conocida como hipnosis por sugestión, su origen se remonta a los métodos utilizados por Franz Mesmer a finales del Siglo XVIII. Posteriormente, otros autores propusieron que la hipnosis era un estado del sistema nervioso. Así, este tipo de hipnosis gira en torno a la inducción en estado de trance. Una vez la persona está hipnotizada, recibe una serie de sugerencias de forma verbal, relacionadas tanto con su conducta como con el contenido de su mente. El objetivo final es por tanto influir de algún modo en su comportamiento. Es esta la forma de hipnosis más extendida en todo el mundo en la actualidad.
Hipnosis ericksoniana
Esta hipnosis fue desarrollada por Milton H. Erickson, un reputado psicólogo estadounidense, considera pionero en el ámbito de la psicoterapia. Se basa no sólo en sugestiones directas, sino también en determinadas metáforas que favorecen de algún modo la creatividad y la capacidad de reflexión en la persona. Así, hay quienes consideran que tiene una mayor eficacia.
Hipnosis cognitivo-conductual
Se basa en una serie de herramientas que favorecen el cambio de comportamiento mediante la sugestión. Se concibe como una herramienta fruto de la interacción de diferentes aspectos, siendo los más importantes la relajación del cuerpo a nivel físico, el uso de la creatividad y la imaginación, y las propias creencias de la persona. En muchos casos esta herramienta se utiliza a modo de complemento de terapias más amplias. Resulta muy efectiva en casos concretos, como adicciones y trastornos de estrés postraumático.
Autohipnosis
Tal y como su propio nombre indica, es el tipo de hipnosis en el que una persona se induce a sí misma este estado. Por lo general, se hace a través de la autosugestión. Para que este método realmente resulte efectivo, es necesario contar con materiales de apoyo, como las grabaciones en formato sonoro. En algunos casos también se pueden utilizar aparatos que alteran las ondas cerebrales, con el objetivo de alterar el estado de conciencia.
(FUENTE: okdiario.com)
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